Ya sabemos que es bastante común y popular que se haga uso de pintura en polvo en piezas de carros como rines u otras piezas totalmente visibles, por sus acabados de mayor calidad y de gran atractivo visual. Pero el uso de pintura en polvo OBIPOWDER, específicamente las alternativas epóxica o híbrida, en partes “que no ven el sol”, es algo que cada vez se hace más frecuente en talleres especializados en pintura.
Es una de las decisiones más inteligentes desde una perspectiva de ingeniería, durabilidad y protección a largo plazo y son muchos los pintores y talleres en El Salvador y el resto de Centroamérica que lo están haciendo.
¿Por qué lo hacen?
¿Por qué razón tomarse la molestia de invertir en pintura en polvo para piezas que no se ven?
Usar recubrimientos en polvo para estas piezas no es un gasto al azar, es en realidad, un movimiento estratégico que genera más clientes, más confianza y más ingresos a un taller automotriz o a cualquier especialista en pintura.
Se trata básicamente de una inversión en la vida útil y la seguridad de un vehículo.

Estos son los beneficios principales que la pintura en polvo OBIPOWDER ofrece a partes no visibles de carros:
Protección anticorrosiva superior: El clima de El Salvador y de casi todos los países de Centroamérica, con su humedad y la proximidad a la costa (salitre), es un acelerador de la oxidación. La pintura en polvo OBIPOWDER crea un sello plástico hermético que aísla el metal del ambiente, deteniendo la corrosión de raíz.
Si lo queremos ver de una forma muy fácil de entender, vendría siendo como la mejor defensa “contra el cáncer del metal” para esas piezas que no se ven.
Resistencia mecánica insuperable e imposible de lograr con otro tipo de pintura: Estas piezas sufren mucho, solo recuerda como suelen estár muchas de las calles de nuestros países. Estas piezas sufren muchos castigos en las carreteras: baches, túmulos, caminos sin pavimentar, grava.
La dureza del acabado en polvo ofrece una enorme protección, incluso resiste los impactos de piedras y la abrasión constante, evitando que el metal quede expuesto.
Resistencia química y térmica: El calor del motor, el líquido de frenos, el aceite y los desengrasantes siempre terminan destruyendo la pintura convencional. La pintura en polvo (especialmente las alternativas epóxicas o híbridas de OBIPOWDER) soporta estas condiciones sin degradarse.
Valor a largo plazo y facilidad de mantenimiento: Un chasis y una suspensión limpios y sin óxido no solo se ven profesionales, sino que facilitan la detección de fisuras o fugas.
Además de eso, al momento de que un cliente quiere vender el vehículo, si la parte inferior está impecable, es una clara señal de un dueño cuidadoso y aumenta significativamente su valor de reventa.
Estos son algunos ejemplos de las piezas que más se benefician de este tipo de protección:
Chasis o bastidor: Es el esqueleto del vehículo. protegerlo con pintura en polvo OBIPOWDER es, quizás, la mejora más importante que se puede hacer. Se sella contra la corrosión causada por el agua, lodo y el salitre de nuestras costas, previniendo el óxido que puede comprometer la seguridad estructural.
Componentes de la suspensión:
- Tijeras (o brazos de control): Constantemente en movimiento y expuestas a golpes de piedras y escombros del camino.
- Muelles o resortes (Coil Springs): La pintura en polvo es flexible y no se quiebra con la compresión y expansión constante del resorte.
- Hojas de resorte (Leaf Springs): Típicas en pick-ups y camiones, sufren enorme fricción y estrés. El recubrimiento las protege del desgaste y el óxido.
- Barras estabilizadoras y de torsión: Necesitan un recubrimiento duro que resista la torsión sin agrietarse.
Puentes o Ejes (Delantero y trasero): Son la carcasa del diferencial y los ejes. Reciben un castigo enorme por piedras y agua. Un recubrimiento en polvo aquí es una barrera casi impenetrable.
Soportes y travesaños:
- Soportes de motor y caja de cambios: Están expuestos al calor del motor y a posibles derrames de aceite o refrigerante. La pintura en polvo resiste estos químicos mucho mejor que la pintura líquida.
- Puente o “cuna” de motor: Es la sub-estructura que soporta el motor y la suspensión delantera en muchos vehículos modernos.
- Travesaños del chasis: Refuerzos que cruzan el bastidor y que son vitales para su rigidez.
Cárter de aceite y cubierta del diferencial: Aunque algunos son de aluminio, los de acero se benefician enormemente de la protección contra golpes y corrosión. Además, un acabado liso facilita la limpieza y la detección de fugas.
Componentes de freno (que no son la superficie de fricción):
- Cálipers o mordazas de freno: Se calientan mucho y están expuestos al corrosivo polvo de las pastillas de freno.
- Tambores de freno: Especialmente en la parte exterior, para evitar que se oxiden y se vean mal a través de los rines.
- Platos porta-frenos (Backing Plates): La placa metálica detrás del sistema de freno que lo protege de la suciedad.
En definitiva, un servicio de pintura automotriz verdaderamente profesional se distingue por la atención al detalle en las áreas que pocos verán y este movimiento está dando frutos.
Al sellar estas piezas fundamentales con pintura en polvo, no solo se está aplicando un color, se está aplicando un escudo de alta ingeniería contra la corrosión y el paso del tiempo.
De esa manera, es que muchos pintores y especialistas en pintura automotriz, están elevando la calidad de su trabajo, están subiendo sus estándares y están asegurando una mejor reputación gracias a su atención al detalle y a los buenos resultados que obtienen sus clientes. Definitivamente nos alegra ser parte de ese movimiento brindando la mejor pintura en polvo en El Salvador y Centroamérica.



